Historia de Puerto Gaboto. Camino al Quinto Centenario.
Los gastos de la Armada de Gaboto en la isla Santa Catalina (Brasil)
Prof. Ricardo N. González.
En ésta oportunidad quiero dejarles un escrito de Enrique Montes (compañero de Sebastián Gaboto) quien tuvo a su cargo la tarea de sufragar los gastos que demandó la estadía de la armada gaboteana en la isla de Santa Catalina (Brasil) y en su viaje a San Lázaro. Este escrito está fechado en el fuerte Sancti Spíritus (actual Puerto Gaboto) el 30 de setiembre de 1527. Está en su versión original, y sin dudas es una pieza documental para nosotros poco conocida. El original en español de papel se encuentra en Sevilla, en el Archivo de Indias (41-1-1/12).
Lo interesante de este documento radica en que es la prueba cabal de cómo los europeos negociaban a través del trueque con los pueblos nativos. Cada armada traía lo que denominaban “rescates” que eran elementos o utensillos para intercambiar y así cubrir sus necesidades. En el detallado informe de Enrique Montes, aprobado por el tesorero Juan de Junco, el veedor Alonso de Santa Cruz y el contador Roger Barlow, podemos apreciar la existencia de: cuchillos, punzones, cuentas o cristalinas, hachuelas, espejos, peines, anzuelos, cascabeles, tijeras, cuñas de hierro, etc. que eran utilizadas para proveerse de comida y de materiales para la construcción principalmente.
Relación de lo recibido y pagado por Enrique Montes en la isla de Santa Catalina. 
“ Esto es lo que yo, Enrique Montes, he recibido por mandado del señor 
Capitán General en la isla de Santa Catalina para gasto del mantenimiento que se gastó con Ja gente desta armada y en facer la galera llamada «Santa Catalina»: 
Primeramente, en diez de Noviembre recibí de Miguel Rifos dos docenas de
tijeras, la una chica é la otra grande. 
ítem, recibí del sobredicho diez mazos de avalorio, los cinco verdes y los cinco amarillos. 
ítem, recibí del sobredicho una docena de espejos chicos. 
ítem, recibí de Alonso Peraza cuatrocientos anzuelos de mediana suerte. 
ítem, recibí más de su merced quinientos é doce anzuelos de alfiler chicos. 
ítem, recibí del tesorero Juan de Junco cinco libras de cristalinas. 
ítem más, recibí del sobredicho tesorero cuatro docenas de peines chicos. 
ítem más, recibí en diez días de Diciembre cuatro docenas de cuchillos de baxa suerte, los cuales me dio el señor Capitán General; más recibí de su merced otras tres docenas de la misma suerte, que son todos siete docenas. 
ítem, recibí más de Antonio Ponce treinta y cuatro cuñas. 
ítem, recibí más del Maestre Pedro, herrero, ochenta y dos cuñas. 
ítem, recibí más del tesorero Gonzalo Núñez en trece de febrero una docena 
de cuchillos.
Relación del gasto que yo, Enrique Montes, hice por mandado del señor Capitán General en la isla de Santa Catalina desde diez días del mes de Noviembre de mil é quinientos é veinte é seis años fasta tres días del mes de febrero de mil é quinientos é veinte é siete años, é lo que ansí yo resgaté de mantenimientos é casas é otras cosas necesarias á esta armada, que entrego á Antonio Ponce é Alonso Peraza é á Juan Miguel, que á la sazón eran mayordomos del señor Capitán General é despensero de la nao capitana, é ansimismo de lo que yo el dicho Enrique Montes gasté en cosas é servicio de la dicha armada por mandado del dicho señor Capitán General, las cuales no podrán ser entregadas á los dichos mayordomos y despensero: 
Primeramente, compré dozentos é setenta é tres venados, que costaron dozentas é setenta é tres cuñas é dozentos é setenta é tres anzuelos medianos. Más compré trecentas é noventa é ocho gallinas, que costaron setenta cuñas é más cuarenta cochillos é treinta anzuelos medianos. 
Más compré dos antas, que costaron dos cuñas grandes é cuatro pares de tiseras é á XX hombres que las troxeron, veinte ponzones, demás de los dueños de las dichas antas. 
Más compré ochenta patos, que costaron veinte cuñas é seis anzuelos. 
Más compré cincuenta é dos calabazas de miel cruda, que costaron cuarenta cuñas é doce pares de tiseras é cincuenta é dos anzuelos, con los cuales hubo después de hecha cuatro barriles é medio, [en) los cuales habría, poco más ó menos, catorce arrobas. 
Más di por dos puercos monteses dos cuñas é dos ponzones. 
Más di por cinco cargas de mijo cinco cuñas é cinco anzuelos. 
Más di por dos puercos, dagas II cuchillos é dos anzuelos. 
Mas di por veinte cargas de carbón cuatro cuñas é dos cuchillos é diez anzuelos. 
Más di por dos pernos grandes de la nao perdida un cuchillo. 
Más di por una canoa para servicio de la dicha armada una cuña y un cuchillo. 
Más di por cuatro palas para la dicha canoa cuatro ponzones. 
Más di por dozentas perdices grandes ochenta cuchillos, dos al cuchillo, é por las cuarenta, ochenta cristalinas, que pesaron una libra. 
Más di por hacer las tarazanas en que se hizo la galera á dezeséis indios principales que la hacían dezeséis cuchillos, porque las hicieron de madera.
Más di por trezentas haces de paja con que se cobrieron trescientos anzuelos 
medianos.
Más di por hacer en la casa de los aserradores dos cuchillos. 
Di por veintecinco haces de paja para la dicha casa veintecinco anzuelos. 
Más di por la casa en que estaba la despensa del vino cuatro cuchillos. 
Más di por hacer en la iglesia, dos cuchillos. 
Más di por la paja veinte é cinco anzuelos. 
Más di al primero indio que fué á las naos, por mandado de su merced, una 
cuña. 
Más di por dozentos haces darcos para las botas cuatrocientas cristalinas, que pesaron cuatro libras. 
Más di por veinte haces de mimbre para los dichos arcos, veinte ponzones 
Más di por veinteséis cargas de ostras dos pares de tiseras é ventecuatro ponzones é ventecuatro anzuelos. Más di por cinco calabazas de manteca cinco cuñas é cinco anzuelos. 
Más di por dos caballos armados dos cuñas. 
Más di por dos cargas de barro, que lo troxeron lexos. del real, cosa de cuatro leguas, dos cuchillos é dos anzuelos, el cual era para la fragua. 
Más di por dos cargas de carne asada para los indios que trabajaban é servían 
en sacar la madera de la montaña en avería, cuatro venados é dos puercos, dos cuchillos é seis ponzones é seis cascabeles. 
Di por dos cargas de pescado molido, en que podría haber un quintal, para los 
dichos indios, tres cuñas y dos pares de tiseras, las cuales dos cargas traían cinco indios. 
Más di por sesenta palos grandes para los remos ciento é vente cristalinas é
noventa é cuatro cascabeles é veinte é seis anzuelos. 
Más di por noventa iguanas por las cincuenta é tres, cincuenta é tres cuchillos; é por las treinta é dos, diez é seis cuñas; é por las cinco dos pares de tiseras é cuatro cristalinas. 
Más di por trezentas cargas de raíces de mandioca para hacer en pan é para 
vino para los indios que trabajaban en serrar la madera para la dicha galera, setenta é seis cristalinas por treinta é ocho cargas. 
E por las dozentas é sesenta é dos cargas, dozentas é sesenta é dos ponzones 
é dozentos é sesenta é dos anzuelos. 
Más di á un hombre que se llamaba... (en blanco) Durango, por dos veces que fué por la tierra dentro, contía de trenta é cinco leguas, buscar gallinas por mandado de su merced para los enfermos, así para comprar las dichas gallinas como para su gasto é carreto, cuatrocientos é sesenta é dos ponzones é dozentos anzuelos. 
Más di á Castrillo que iba hacer carbón para la fragua, treinta anzuelos. 
Más di por tres arrobas de miel que se gastó con los dolientes en xaropes é 
otras melecinas, X cuñas é veinte é un ponzón. 
Más di á las mujeres que hacían vino á los indios por veces veinte peines. 
Más di por palmitos para ensalada, para comer en la mesa de su merced, cincuenta anzuelos. 
Más di á indios que iban á las naos por pan é otras cosas que complía á servicío, así de los dolientes como otro servicio de la dicha armada, por... (blanco) donde se hacía la galera todo el tiempo que la dicha armada allí estuvo en la dicha isla de Santa Catalina, dozentos anzuelos medianos é veinte ponzones. 
Más di por cuarenta cestos de inamos, (batatas) así para los dolientes como para la mesa de su merced, dezenueve cuchillos é veinte peines é un espejo. 
Di por dozentas manadas de mijo para se hacer el vino vuelto con el madica é también para dar á las gallinas é patos que se gastaban en los dolientes, cinco mazos de matamugo é once espejos. 
Di por hacer la casa de los carpinteros dos cuchillos é quince anzuelos é cinco yugos. 
Por la casa de la herrería tres cuchillos, é veinte anzuelos por la paja. 
Dio éste por hacer la casa donde estaba la despensa de su merced, tres cuchillos é dezeséis ponzones. 
Di por hacer una casa para la pólvora, ocho anzuelos. 
Di á Martín Vizcaíno por ciertas aves, las cuales están asentadas en poder de 
Ponce, treinta anzuelos, que juró que había gastado. 
Di más por mandado de su merced á cuatro indios que troxeron á Talavera, 
grumete, cuatro cuchillos é cuatro anzuelos. 
Di más á Durango, que fué por patos é gallinas é otras cosas á tierra Dararoga, que habrá cuarenta leguas de la isla Santa Catalina, para gasto suyo é de lo que troxese, trescentos anzuelos medianos é dezeséis ponzones é anzuelos dalfiler chiquitos. 
Costó más dozentos é tantos pedazos de cera negra, que era para volver con la 
pez, cento é cincoenta anzuelos. 
De cierto hilo delgado para los escopiros para virar la galera. 
De cierta almagra para los carpinteros, dos anzuelos. 
Más gasté en otros gastos menudos con los indios, así en acarrear la dicha madera como en otras obras que en este dicho tiempo se ofrecieron en servicio de la dicha armada, cuatrocientos é doce anzuelos chiquitos dalfiler é dozentos é vente é ocho anzuelos medianos, el cual gasto de los dichos anzuelos no asenté por menudo á las partes que se habían dado porque no se ha podido hacer, é más cinco mazos de avalorios. 
Más se gastaron á la entrada del Río de Solís sesenta é dos anzuelos é un espi- nel para mantenimiento de la dicha armada por mandado de su merced. 
Más se gastó en hacer una casa para las gallinas é otra para la carnecería veinte anzuelos. 
Esto es lo que yo, Enrique Montes, he recebido del señor Antón de Grajeda por mandado del señor Miguel Rifos, lugarteniente del señor Capitán General; é ansimismo del dicho señor lugarteniente lo recebí á XXVII del mes de Agosto de mil é quinientos é veinte siete años: 
Primeramente, recebí del dicho Antón de Grajeda cuatro hachuelas dos chiquitas é más cien anzuelos chicos é treinta grandes. 
Recebí del dicho señor teniente doce cuñas é seis cochillos,
GASTO 
Primeramente, costaron cuatro cestos de tasajo de venado seco, que pesarían doce quintales, poco más ó menos, dos hachuelas chiquitas é cuatro cuñas, é 
más vente é cinco anzuelos. 
Más costó una cesta d abatí, que tenía fanega é media, poco más ó menos, sesenta é dos anzuelos de los que yo, el dicho Enrique Montes, hice, é más cuatro cristalinas largas. 
Costó otra media cesta de mijo é fréjoles treinta é cinco anzuelos chicos é cinco grandes é ocho cristalinas. 
Costó un costalejo de mijo é una calabaza de fréjoles que envié al señor Grajeda á las naos, seis anzuelos chicos y cuatro grandes. 
Costaron cincuenta pescados que llevaron á la galera, seis cuchillos. 
Di por una cesta de carne de venado seca, que envié á la galera con el patrón, una cuña é ocho anzuelos. 
Di por seis pellejos de venado que troxeron para la obra de la fortaleza doce anzuelos. 
Di á cuatro indios que fueron conmigo á buscar la borazai (?) cuatro anzuelos. 
Di por cierta carne seca que truxo un indio, en que habría un gran venado, un 
hilo de cristalinas menudas. 
Di por una canoa que compré para que matase carne por el camino, la cual se 
perdió con temporal veniendo amordida por popa, una hachuela é unas tiseras 
é un cuchillo. 
Di por traer el mijo de las casas de Recio á la choza de su merced, é ansimismo las cestas de carne, tres cuchillos.
Yo, Enrique, digo que estas son las cuentas de lo que recebi é gasté en Santa 
Catalina é en el Río de Solís é San Lázaro por mantenimiento é otras cosas necesarias á esta armada de Su Majestad por mandado del señor Capitán General, é porqués verdad, firmé de mi mano. Fecha en Sancti Spíritus, á 30 días del mes de Septiembre de 1527. — Enrique Montes. — (Hay una rúbrica).
Visto las cuentas de Enrique Montes de los gastos en Santa Catalina por nos 
Juan de Junco, tesorero, é Roger Barlow, contador, é Alonso de Santa Cruz, veedor, hallamos quel dicho Enrique Montes había entregado los venados é aves é otros mantenimientos que por su cuenta da á Antonio Ponce, que fué puesto por el señor Capitán General por repartidor de los dichos mantenimientos en Santa Catalina, é por la cuenta del dicho Antonio Ponce habemos visto cómo se gastaron los dichos mantenimientos. E de los otros gastos quel dicho Enrique Montes gastó en dar á los indios para traer la madera del monte para la fusta, é en hacer carbón é casas, é en enviar á las naos, é para enviar por mantenimientos la tierra adentro, como parece por la dicha cuenta, el dicho Enrique Montes usó en forma, como todo lo que él da por la dicha su cuenta había gastado [parece]; de manera, visto las cuentas del dicho Enrique Montes de lo quél había recebido é gastado en Santa Catalina é en San Lázaro, hallamos que se deben al dicho Enrique Montes los rescates siguientes: 
Primeramente, trescientas é veinte é nueve cuñas de hierro. 
Más mili é nuevecientos é sesenta é ocho anzuelos. 
Más ciento é cuarenta é ocho cochillos. 
Más tres pares de tijeras. 
Más doscientas é doce cristalinas largas é un hilo de cristalinas menuda. 
Más cien cascabeles. 
Más ochocientos é setenta é ocho ponzones, que son como aleznas. 
E porqués verdad que nos los dichos Juan de Junco, tesorero, é Roger Barlow, contador, é Alonso de Santa Cruz, veedor, habernos visto é pasado las dichas cuentas, como dicho es, firmamos aquí nuestros nombres. Fecho á 30 de Septiembre de 1527 años.
Esta es otra de las pequeñas historias detrás de la fundación del fuerte Sancti Spíritus en 1527.

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