LA HISTORIA DEL “INDIO” ARANDA…


Por Prof. Ricardo N. González.

La tapa del diario EL ORDEN de la ciudad de Santa Fe del  día domingo 21 de agosto de 1938 en letras grandes decía ESTAN PRESOS LOS ASALTANTES! Los detuvieron ayer en Puerto Gaboto…
Esta noticia hacía referencia a que en nuestro pueblo las autoridades policiales locales habían aprendido a un bandido considerado de extrema peligrosidad por la policía de la provincia y a su cómplice. Se trataba ni más ni menos del llamado Pedro “el indio” Aranda (60) y de su compañero de fechorías Luis Emilio Maidana (20). Ambos entrerrianos y acusados de ser los autores materiales de un horrible crimen cometido en la localidad de Larrechea en el departamento San Jerónimo.
Pero quién era Pedro “el Indio” Aranda?
Las crónicas policiales lo presentaban como un bandido feroz y sanguinario, un asesino a sueldo de quien pudiera pagar sus honorarios. Al momento de cometer el crimen de Larrechea Pedro Aranda tenía 60 años de edad, era argentino, oriundo de la Pcia de Entre Ríos, soltero. No era desconocido para las autoridades policiales, había estado detenido en la cárcel de Paraná por asesinato a sangre fría, y según los diarios de la época “seis meses antes” habían tratado de detenerlo en jurisdicción de la localidad de Monje sin resultado. Se le sabía hombre sumamente peligroso, y capaz de dar muerte a una persona por una paga cualquiera, como también por un deseo de venganza o por su sed de sangre. El asesinato era algo sin mayor importancia para él. Era poseedor de una perspicacia sorprendente y su andar por la vida siempre al margen de la ley, le enseñó a buscar siempre apoyo en personas influyentes, y sobre todo, dentro de la misma policía.
Reinaldo “Naldo” Gómez (92 años nativo de Puerto Gaboto) lo describe de la siguiente manera: “a don Pedro Aranda lo recuerdo bastante bien…yo tenía 18 años cuando voté por primera vez, y lo voté al tío Melitón (ref. a Melitón Gómez) creo que era para diputado. Por esa época más o menos sucede lo del asesinato de esa familia de colonos en Larrechea que hicieron el indio y Maidana. Yo tenía referencias por mi hermano Miguel (el vasco negro) que entre las islas se escondía un tal indio Aranda, entrerriano el hombre y que cargaba varias muertes por encargo en Entre Ríos. Con mi hermano una mañana nos acercamos al puesto que tenía don Jerónimo Rodríguez en la isla Agua Negra, a unos 500 metros antes de llegar a la ranchada nos salieron a torear unos perros, en eso vemos que del rancho sale corriendo hacia el monte un hombre… llegamos y nos atendió don Jero. Después de sentarnos y tomar unos mates nos comentó que era el Indio Aranda, que era amigo suyo, y que por precaución cuando sintió torear los perros se fue a esconder.  Pero que no había que temer porque era un hombre manso y amigo de los puesteros que lo cobijaban en sus ranchadas. Tiempo después ya lo empezamos a ver más seguido por el pueblo, se había hecho conocido de tío Melitón quien le había dado un caballo tostado para que anduviera en las islas y en el pueblo. Tenía un rancho largo sobre la actual calle Pérez entre Sancti Spíritus y Bustinza, frente a donde vive Juan Bachi para los que conocen Gaboto. Metido adentro no sobre la calle. Era un hombre más bien petiso, bien formado, siempre usaba media bombachas claras y alpargatas blancas, sombrero oscuro, pañuelo al cuello y una mantita. Era medio chueco, muchas personas del pueblo y de las islas lo visitaban en su rancho, hombre manso y tranquilo en el pueblo. Como era conocido de tío Melitón la policía no lo molestaba. Es más iba y venía de la comisaría como si fuera su casa. En esa época estaban en la Comisaría  Gabriel Zárate,  Luis Tercetti y Perico Coria. Para la elecciones acompañaba a Melitón Gómez y era un gran jugador de taba”.
Qué hizo el Indio Aranda en Larrechea?
El día lunes 15 de agosto de 1938 Pedro Aranda (60 años) y su cómplice Luis Emilio Maidana (20 años oriundo de Diamante Entre Ríos) cometían un múltiple asesinato en una chacra en el distrito Larrechea por encargo. Aranda conocía desde hacía 20 años a José Airaldi (colono residente en Larrechea) ya que éste tenía hermanos en Diamante. Aranda había asesinado a puñaladas a Melquíades Rey en una estancia en Diamante por lo cual estuvo preso en Paraná. Cuando lo dejaron libre se cruzó a las islas y desde allí comenzó a deambular como un linyera. En esas andanzas llegó a Larrechea donde se encontró con Airaldi y se reconocieron inmediatamente. Estando allí Airaldi le propone “un trabajito”, asaltar a la familia de Juan Giacosa (un colono de buena posición económica y de 58 años) y matarlo. Entonces él se presentaría ante la Justicia y reclamaría el pago de un documento en blanco que Giacosa le firmara unos años antes en épocas de elecciones. El plan ideado por Airaldi era que el indio Aranda diera muerte a Giacosa y a sus hijos pero que no hicieran nada con la mujer porque estaba demente. Para eso le adelantó 50 pesos y prometió más si la cosa salía bien. Aranda estuvo vigilando la casa del campo y las costumbres de los Giacosa para asegurarse todo el movimiento. Mandó a llamar a Maidana para que se viniera desde Diamante para ayudarlo. Ambos armaron una ranchada al costado de las vías y desde allí atacaron la casa de los Giacosa. Dice la crónica periodística “desde su campamento, al lado de las vías, los dos criminales se dirigieron a campo traviesa, tomando en dirección al Este, yendo cerrando poco a poco la marcha en dirección noreste. Pasaron por detrás de la casa de los Bortolozzi, y después de dar una vuelta considerable fueron a la casa de los Giacosa. Llegaron a las 19 hs, se escondieron detrás del pozo a balde para escuchar lo que Giacosa hablaba con sus hijos (José y Bartolo). Sabían que no había perros en la casa porque Airaldi se había encargado de envenenarlos un mes antes del crimen. El indio le dio la pistola a Maidana con la recomendación de mandar balas nomás y ambos se acercaron por detrás de una pila de ladrillos sigilosamente hacia sus inocentes víctimas. A los cuales toman por sorpresa y asesinan  a puñaladas, disparos y golpes con una barra de hierro. Uno de los hijos herido (José) logra escapar hacia la casa de un vecino, y los asesinos encuentran a la esposa de Giacosa que terminaba de lavar los platos en la cocina y salía al patio al sentir ruidos y le descargan un fuerte golpe con la barra de hierro dejándola inconsciente”. De allí a campo traviesa primero y luego siguiendo las vías del ferrocarril se encaminan hacia su refugio en Puerto Gaboto donde esperarán que se tranquilicen las aguas y así obtener la otra parte del pago ofrecido por Airaldi.
Cómo lo apresan en Puerto Gaboto? Una situación difícil.
Como dijimos anteriormente el Indio Aranda tenía su residencia en un “rancho largo” sobre la calle Pérez en Puerto Gaboto. Hacia allí se dirigió con Maidana después de perpetrar su macabro asesinato de Juan y Bartolo Giacosa en Larrechea. Su cercanía al Jefe Político Departamental Melitón Gómez, su confianza con el personal policial de la localidad le aseguraban una relativa tranquilidad. Hacía un tiempo atrás había solicitado al Jefe Político y al Comisario “un favor”. Que le consiguieran una isla a su nombre para establecerse, trámite que le fue prometido pero haciéndole saber que iba a tardar un tiempo tener los papeles.
En éste escenario es que se planea la forma de detenerlo. Se sabía que si Aranda se enteraba de que iba a ser detenido se defendería hasta la muerte y no lo podrían llevar detenido a Coronda desde donde se lo requería para que respondiera por  los asesinatos cometidos. Una vez que llegó la orden de prenderlo, después  que Airaldi declarara como había sido todo y quienes eran los autores materiales, Luis Tercetti armó un ardid para capturarlo. A las 8 hs le envió un mensaje que se apersonara en la comisaría (edificio que se hallaba por calle Paganini entre Pérez y Zabala) porque le tenía novedades del trámite que les había pedido. A las 9 hs subió la escalerita de entrada y giró a la izquierda en el zaguán para ingresar al despacho del comisario. Apenas hubo entrado dos policías y el comisario lo tomaron de los brazos y lo detuvieron mansamente al INDIO ARANDA. El cual al darse cuenta de que lo habían detenido y que había caído como un chorlito solo expresó  “ahora sí me cagaron”. De allí fue trasladado a Coronda, luego de hacer la reconstrucción del hecho junto a Maidana que también detuvieron en Puerto Gaboto, los llevaron a Santa Fe donde los juzgaron y al Indio Aranda le tocó una pena de PRISION PERPETUA. Así parecería que terminaba la HISTORIA DEL BANDIDO PEDRO EL INDIO ARANDA EN PUERTO GABOTO, lugar que había elegido para asentarse pero en nuestra investigación aparece un relato periodístico en el diario El Orden del día viernes  9 de enero de 1948 (página 2) cuyo título dice: “Le conmutaron la Prisión Perpetua por la de 25 años al criminal Pedro Aranda”. Al leer la nota nos encontramos con el hecho de que el Poder Ejecutivo Provincial lo incluye dentro de una lista de penados que por buena conducta en la cárcel y por dedicación al trabajo se les conmuta la pena recibida por otra menor. En la misma se dá cuenta de la muerte de Airaldi en la cárcel por una afección cardíaca y de un dato que nunca se esclareció del todo. Durante el ataque a la casa de Giacosa desaparecieron 30000 pesos que ni Maidana ni Aranda los tomaron como así también un caballo de carreras valioso. Las sospechas recayeron sobre la policía pero nunca se pudo comprobar ese delito ni tampoco encontrar los bienes.
Otra historia más de nuestro Puerto Gaboto….

Fuentes
Diario el Orden de la ciudad de Santa Fe
21 de agosto de 1938
9 de enero de 1948
Relato del Sr. Reinaldo Gómez

http://www.santafe.gov.ar/hemerotecadigital/diario/5411/?page=1

Comentarios

  1. La tradición oral en el pueblo sobre éste hecho hoy ha podido ser cotejada con las fuentes periodísticas de la época que daban cuenta de lo sucedido en Puerto Gaboto.

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  3. Eran épocas bravas y bravos eran los hombres...los que tenían algún poder usaban a los mas necesitados, eran mano de obra barata e incondicional. Por dinero o protección hacía cualquier encargo. En muchos pueblos existen historias parecidas, en mi pueblo había una historia parecida respecto a un indio que vivía en un toldo en la Cañada San Antonio y que al final lo detuvo el Comisario Lamanuzzi, lo paseó en chata atado y esposado, por todo el pueblo y luego lo mandó a matar en un maizal, donde agonizó varias horas, hasta que él mismo le dió el tiro de gracia....es una versión que me contó mi tío junto al fogón en mi casa en el campo.

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