IDENTIDAD CULTURAL: ¿Gaboto o Puerto Gaboto?
No son pocos los gaboteros que alguna vez cuando tuvieron que responder sobre el nombre del pueblo donde habían nacido se encontraron con la duda de si era GABOTO o PUERTO GABOTO. El tema del nombre de nuestro pueblo no es menor porque depende de la respuesta que doy es la posición histórica – cultural que asumo.
Si entendemos que la identidad está conformada por todos aquellos elementos que permiten, caracterizarnos, mostrar qué tenemos en común y qué nos diferencia de otros pueblos; y que al hablar de cultura nos estamos refiriendo a elementos materiales y espirituales, donde participan los conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres, experiencias colectivas, etc. que fueron adquiridos por un grupo humano organizado socialmente, oficialmente reconocida o marginal, veremos que en nuestro pueblo no puede dar lo mismo decir que soy de Gaboto o de Puerto Gaboto.
El nombre GABOTO nace oficialmente a partir de un Decreto del Poder Ejecutivo Provincial de Santa Fe, del 30 de noviembre de 1891. Era una época de convulsiones políticas tanto a nivel nacional como provincial. En 1890 terminaba el período gubernamental provincial del Dr. José Gálvez (1886-1890) y se reiteraba la tradición de proclamar candidato a gobernador al ministro de Gobierno en funciones. La designación recayó en el destacado Dr. Juan M. Cafferata y como candidato a vicegobernador en el Dr. José Elías Gollán, ambos de probada lealtad “galvista”. Por su parte la oposición impulsó la candidatura del Dr. José Bernardo Iturraspe. En marzo de 1890 se reunieron los electores, triunfó la fórmula Cafferata-Gollán. Recordemos que políticamente ambas fórmulas respondían al PARTIDO AUTONOMISTA NACIONAL creado por el general Roca a nivel nacional en 1880 y que mantuvo el poder estatal hasta 1916 cuando mediante la aplicación de la ley Sáenz Peña llega al gobierno Hipólito Yrigoyen. Entonces como primer elemento a tener en cuenta es que nuestro pueblo se oficializa como tal con un DECRETO PROVINCIAL firmado por el Gobernador JUAN M. CAFFERATA en 1891. Aquí deberíamos incorporar el nombre de don Lisandro Paganini, quien además de ser diputado provincial era un conspicuo hombre de negocios inmobiliarios y junto a su socio Juan Munuce eran los dueños de la escribanía Munuce-Paganini de la ciudad de Rosario donde captaban inversores entre empresarios y comerciantes españoles y locales para el negocio de la compra-venta de tierras para la colonización y urbanización. Es él entonces quien hace lo que hoy llamaríamos lobby político-empresarial (intentar influir en las decisiones del poder ejecutivo o legislativo en favor de determinados intereses), ante el gobierno provincial para lograr la oficialización del trazado urbano para poder lotear y vender los terrenos.[
LLegada del tren al Puerto de Gaboto.
Toda ésta introducción no es antojadiza porque como veremos en el presente desarrollo entre los años 1880 y 1916 tanto los gobiernos nacionales como los provinciales no solo pertenecieron a un mismo partido sino que llevaron adelante políticas tendientes a fundar colonias, establecer comisiones de fomento, crear escuelas, promover la inmigración europea, construir y ampliar ramales ferroviarios, mejorar las instalaciones portuarias, y establecer juzgados de paz. De éstas políticas se desprenden leyes como las del 25 de junio de 1884 que con respecto “a las colonias o pueblos que se funden en adelante’ dispuso que ‘se le creará una vez reconocida como tal por el P. E. un Juez de Paz y una escuela pública siempre que haya, por lo menos veinte niños que necesitan educación” (en Puerto Gaboto la oficialización de la escuela primaria se dá en 1887 aunque ya hacía tiempo que se impartía educación sistemática en el pueblo). Como se puede apreciar es la época en que comienza el desarrollo económico y la modernización institucional no solo de Puerto Gaboto sino también de la Provincia de Santa y de la República Argentina. El segundo elemento de juicio que se puede aportar es que el nacimiento como pueblo se inscribe en un escenario nacional y provincial de DESARROLLO Y PROGRESO basado en un modelo económico agroexportador y de gran intercambio comercial, principalmente con Europa. Donde las características naturales que éste lugar tenía lo hacían ideal como centro de gravitatorio de la zona.
Estas condiciones naturales y geográficas no fueron pasadas por alto nunca a lo largo de nuestra historia. Como antecedentes podemos citar que Sebastián Gaboto en 1528 construye un astillero para reparación de barcos, que Jerónimo Luis de Cabrera (fundador de la ciudad de Córdoba) en 1573 viene hasta la desembocadura del río Carcarañá con el fin de fundar y construir el Puerto de San Luis de Córdoba, que durante los siglos XVII y XVIII sobre la margen del río Coronda existió un embarcadero desde donde partía el comercio de pieles de animales vacunos, yeguarizos, astas y pezuñas hacia la ciudad de Buenos Aires aguas abajo, que al fundarse la estancia San Miguel del Carcarañal en 1719 (el casco estaría ubicado en el actual Aldao) por los sacerdotes jesuitas con jurisdicción desde San Lorenzo hasta la boca del río Carcarañá nuestro pueblo fue utilizado como embarcadero necesario para el tráfico mercantil que dicha estancia generaba con otras misiones de la misma orden y con la ciudad de Buenos Aires. Que durante todo el siglo XIX varios fueron los intentos o proyectos sobre la navegación del río Carcarañá con descanso obligado en el puerto de Gaboto; que el mismo general Urquiza intuyó la importancia de la construcción de un embarcadero para la Confederación Argentina en éste lugar; que ya en 1860 en la zona existe un muelle pequeño llamado Puerto Vicente Pérez o que 10 años después aparezca el nombre de Puerto Gómez en diferentes publicaciones oficiales de nuestra provincia o que el primer plano de nuestra localidad señale el lugar donde se encontraba dicho establecimiento portuario. Estos antecedentes dan cuenta que desde sus inicios nuestro pueblo de Gaboto tiene como principal signo distintivo su calidad de PUERTO NATURAL.
Por eso cuando al principio de ésta nota nos preguntábamos si el nombre del pueblo era Gaboto o Puerto Gaboto, las respuestas pueden ser dos. Cada una de ellas responde a la mirada que uno tenga sobre la historia de éste pueblo.
- Cuando digo que se llama GABOTO, estoy diciendo que: ésta es la denominación legal y oficial que el Gobernador Juan Cafferata le otorgó en 1891. Con una connotación política clara, borrar del nombre del pueblo aquella cualidad que lo identificara como tal: Puerto. Además es importante decir que aquella persona que impulsó la oficialización del trazado urbano no estaba demasiado preocupada por el nombre del pueblo, sino por el negocio que de ello resultaría, aunque sí hizo colocar a la calle principal del pueblo su nombre PAGANINI. Sobre ésta calle por años estuvo ubicado el centro cívico local (comuna, comisaría y juzgado de paz). Recordemos que en plena época de esplendor y desarrollo portuario provincial, la clase dirigente santafesina había decidido que los dos puertos ultramarinos provinciales más importantes serían Rosario y Santa Fe. De Rosario serían puertos subsidiarios o complementarios los de Villa Constitución y General San Martín; y del puerto de la ciudad de Santa Fe lo serían Gaboto y Coronda (estos últimos no sobre el río Paraná). Prueba de ello es un tema no menor que trataremos en otra entrega que es la forma en que fueron trazadas las vías del ferrocarril donde por el Puerto de Gaboto no pasó la rama troncal sino que llegaba una derivación desde la estación Maciel, distante a 9 km del puerto.
- Cuando digo que se llama PUERTO GABOTO, estoy diciendo que: Este es el verdadero nombre con el que los gaboteros deberíamos presentarnos, el que nos identifica, el que nos ha acompañado desde el nacimiento mismo como pueblo, como sociedad. El nombre Gaboto a secas nos fue impuesto por la clase política dirigente desde Santa fe, es el nombre del fundador del fuerte Sancti Spíritus que más allá de la trascendencia histórica que se le haya otorgado, solo duró 823 días; por su parte el puerto se vincula con el paisaje que en interacción con el obrar humano da forma a la cultura. Da nacimiento a la IDENTIDAD CULTURAL. Por eso desde aquí vamos a seguir sosteniendo que mientras la actividad portuaria fue la principal fuente de riqueza, nuestra gente alcanzó niveles de progreso en todos los órdenes, económicos, culturales, institucionales, sociales, constructivos, recreativos, educacionales, etc. Donde la población se encontraba en permanente actividad y con una fuerte corriente migratoria atraída por el pleno empleo que generaba la actividad portuaria. Esta situación hizo que nos sintiéramos orgullosos de los éxitos individuales y colectivos alcanzados y de ser parte de éste polo pujante de crecimiento llamado PUERTO GABOTO. Es cierto que en nuestro pueblo siempre existieron pescadores, cazadores, recolectores de leña o cucharas pero no es menos cierto que junto a ellos había una masa de trabajadores portuarios, carreros, comerciantes, empleados públicos, agricultores, hacendados, contratistas, comisionistas, herreros, panaderos, modistas, empresarios, peluqueros, maestros, etc. que también contribuyeron con sus historias a conformar la IDENTIDAD CULTURAL DE PUERTO GABOTO. Ese es nuestro horizonte rescatar del olvido ese bagaje histórico-cultural que nos permiten identificarnos como “gaboteros”.Si la identidad cultural está formada por aquellos elementos comunes materiales e inmateriales que nos permiten diferenciarnos de otros pueblos y reconocernos como sociedad, la existencia y vigencia del PUERTO en Gaboto ha sido uno de los pilares sobre los que se ha constituído el ser gabotero. A pesar de su desaparición la historia y el presente se siguen juntando para resucitarlo y recordarnos lo que fuimos y nuestro destino de PUERTO GABOTO.
Familia Concominelli en Puerto Gaboto (inmigrantes)
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:
Rocher Guy, Introducción a la Sociología General, ed. Herder, Barcelona, 1980.
Archivo Histórico Provincia de Santa Fe.
González Ricardo, blogspot historia de Puerto Gaboto, artículo “Origen del nombre de las calles Bustinza, Paganini y Castellanos”, octubre 2010.
Rosa José María, Historia Argentina tomos VIII y IX, ed. Oriente, Buenos Aires, 1976.
Soler Amadeo P., Los 823 días del f. Sancti Spíritus, y la vigencia permanente de Puerto Gaboto, ed. Amaleví, Rosario, 1981.
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