LA PRIMERA IGLESIA CRISTIANA EN ARGENTINA SE CONSTRUYO EN PUERTO GABOTO.
Por Profesor Ricardo N. González
La expedición de Sebastián Gaboto
que funda el fuerte Sancti Spíritus el 9 de junio de 1527 en la desembocadura
del río Carcarañá en el río Coronda (actual Puerto Gaboto, Rep. Argentina) se
inscribió en un escenario internacional caracterizado por el intento europeo
por romper el cerco que el poder islámico le había impuesto al tomar todos los
puntos de unión del tráfico comercial del mundo antiguo y todos los caminos que
comunicaban a Oriente con Occidente. Era imposible comerciar entre Europa y la
India sin pasar por controles aduaneros islámicos (árabes – turcos). El impulso
marítimo de Portugal y España nace de la Necesidad Vital de encontrar caminos
alternativos para llegar a Oriente sin pasar por territorio islámico. A éste
escenario geopolítico-comercial se suma la situación religiosa. En éste caso la
prolongación de la lucha entre cristianos y musulmanes (Islam), dos mundos
distintos con potencias imperialistas que se enfrentaron durante la EDAD MEDIA
y donde las CRUZADAS fueron sus máximas expresiones. Dominar JERUSALEM se
convirtió en una cuestión tan importante que trascendió lo simbólico-religioso
para convertirse en una situación estratégica.
En éste escenario la IGLESIA
CATOLICA APOSTOLICA ROMANA, aliada y reconocida por las principales potencias
europeas, jugaba un rol determinante a la hora de equilibrar el poder entre las
Naciones Cristianas y justificar sus guerras contra naciones “infieles o
herejes”.
La
expedición de Sebastián Gaboto que parte de San Lúcar de Barrameda en abril de
1526 trae consigo a un sacerdote como representante de ese poder espiritual y
político que era la IGLESIA. Ese sacerdote era Francisca García. Enrique de
Gandía en su obra El Primer Clérigo y el Primer Obispo del Río de la Plata dice
en su Prefacio “Los orígenes del Cristianismo en
el Río de la Plata se hallan en la expedición de Sebastián Gaboto (1526-1529), pues en la de Juan Díaz de Solís (1515-1516), que descubrió
nuestro estuario, no consta que haya venido en ella ningún sacerdote”.
Esos orígenes
se vinculan al hecho que durante casi 3 años en el fuerte Sancti Spíritus el
cura Francisco García celebró misa de manera ininterrumpida, 10 años antes de
que Pedro de Mendoza fundara por primera vez Buenos Aires en 1536.
ALGUNOS DATOS
DEL PRIMER SACERDOTE CRISTIANO EN ARGENTINA.
Francisco García, el primer clérigo que residió
en el Río de la Plata, nació —según sus propias declaraciones— en la población de
la Hinojosa, en Portugal, el año 1489, por lo cual tenía, en la época de su viaje
a América, treinta y siete años de edad. (Proceso seguido por el
Capitán Francisco de
Rojas contra Sebastián Caboto, Archivo de Indias: 1-2-18).
Fue capellán de
la nao TRINIDAD de la expedición de Sebastián Gaboto, seguramente como lo
decían las INSTRUCCIONES DEL REY confesó y comulgó a los 210 tripulantes antes
de partir a la mar.
Participó de
todo el viaje y fue testigo presencial de los principales hechos de la ARMADA
GABOTEANA. A su regreso a España actuó en esa calidad en varios de los juicios
instruídos contra Gaboto. En el Puerto Los Patos (Santa Catalina, Brasil)
levantó y cuidó una IGLESIA que costó “dos cuchillos y veinticinco anzuelos” (Archivo de Indias: 41-1-1/12, Relación de
Gastos de Enrique Montes).
En el fuerte Sancti Spíritus estableció
relaciones con los indios de la región, sobre éste tema sostuvo que “El lugar era sano
y pintoresco; los indios mostrábanse de paz y ayudaban a los cristianos, que se
sentían tan tranquilos como en España”.
En el río
Carcarañá Gaboto había armado un pequeño puerto para sus bergantines y los de
Diego García de Moguer (que llegara posteriormente). El pueblo de Sancti
Spíritus se componía de unos 20 ranchos de paja y barro para alojar a los
europeos y sus mujeres indias. Dentro del real o fortaleza (ubicado en un lugar
alto sobre las barrancas) se encontraba la residencia de Gaboto, una especie de
“casa fuerte” donde se celebraba la santa misa y se guardaban documentos y
materiales preciosos recolectados. Sobre esto sabemos que “Los domingos, lunes y viernes el clérigo Francisco
García decía misa en la cámara que Sebastián Caboto tenía en el fuerte, la cual
estaba bien adornada con cueros con dibujos en relieve que habían pertenecido a
Octavián de Brine, ya fallecido. Todas las noches, en la misma cámara se
cantaba la salve y, una vez terminados estos actos, nadie volvía a penetrar en la
cámara de Caboto, cuya llave guardaba Gonzalo de San Pedro” (Enrique de
Gandía pág. 72).
He aquí la
prueba de que en el FUERTE SANCTI SPIRITUS, actual Puerto Gaboto, se levantó la
PRIMERA IGLESIA CRISTIANA en el territorio ARGENTINO, su primer cura fue el
portugués Francisco García. Con la llegada de la expedición de Diego García de
Moguer a Sancti Spíritus en 1528 se sumaría otro cura, el padre Francisco de
Lemos.
Para terminar
éste artículo quiero dejarles el testimonio de padre Francisco García que
explica cómo se perdió el fuerte Sancti Spíritus ante el ataque de los indios. Es
sumamente importante no solo por los datos que aporta sino porque muestra su
existencia en el lugar de los hechos.
“«Luego queste testigo —dice Francisco García— oyó la
grita de los yndios, salió de su casa con una vernia al brazo e una espada en la
mano e fué hazia la fortaleza e por muy presto queste testigo fué, halló al capitán
Caro que venía con quatro o cinco hombres a la mitad del camino de la
fortaleza y los
bergantines, e que iban muy de presto hazia los bergantines e dando voces ¡A los bergantynes! , e queste testigo dijo
quando allegó al capytan Caro:
«Señor, volvamos e Resistamos estos bellacos ques grande
esta vergüenza ».
«E quel dicho capytan
Caro no le Respondió palabra, salvo que caminó hazia los bergantynes e que Castillo,
questava allí, dijo:
«Bueno está. Señor, hagamos cara».
Francisco
García tomó la delantera para volver a la fortaleza, pero en ese instante le dieron
un flechazo en el pecho que, por fortuna, no lo hirió gravemente. García vió que
un indio con un hacha encendido ponía fuego a la fortaleza y que el capitán Caro
y sus hombres se hallaban lejos, cerca de los bergantines.
Entonces, a
pesar de que los indios estaban cada vez más fuertes, volvió a su choza, «a salvar un muchacho que tenía en su casa
que le servía, que era paje de la carabela desta armada...».
Luego el cura García
y el muchacho corrieron hacia el río y entraron en el bergantín en que estaba Gregorio
Caro. Todavía no se había despegado de la costa el bergantín, cuando el alguacil
mayor Alonso de Peraza y algunos otros conquistadores ,dijeron:
«Tornemos a saltar en tierra e defendámosnos de los
yndios que no son nada, ni tienen ya flechas que nos tirar».
El clérigo García
y otros tres o cuatro españoles saltaron del bergantín al mismo tiempo que otros tantos que se hallaban
embarcados en el bergantín de Diego García imitaban su actitud y se lanzaban todos
en contra de los indios; pero Gregorio Caro, en vez de salir a luchar contra los
salvajes, «se largó con la barca» por el
río abajo. En cuanto al cura Francisco García él mismo nos cuenta que cuando
los indios estaban por matarlo se arrojó al río «e pasó a nado el Carcarañá e fué al Río grande tras la barca, dando voces
que lo tomasen»
Pero Gregorio Caro
y los demás tripulantes del bergantín se hacían los sordos, hasta que
García, después
de correr largo rato por la costa, se encontró con el tesorero Alonso de Santa Cruz
y ambos, «con la agua fasta la garganta»
pudieron salvarse alcanzando el bergantín que se alejaba cada vez más del lugar
de la catástrofe.
Sebastián
Gaboto, que no estaba en el fuerte cuando fue atacado por los indios, recibe
las noticias en San Salvador y organiza una expedición hasta el Carcarañá para
ver de cerca lo sucedido.
El cura Francisco
García no volvió con Gaboto a Sancti Spíritus: quedóse en San Salvador a curarse de sus heridas ; pero más tarde oyó decir
que la fortaleza había sido destruida y que ninguno de los conquistadores refugiados
en ella se había salvado.
Después de
tomar declaraciones a los sobrevivientes Gaboto y Diego García resuelven
retornar a España. En San Vicente, durante el viaje de regreso, se produce una
seria discusión entre el cura García y el Capitán General. El cura se niega a
embarcarse y espera la nave de Diego García (también portugués) y en ella llega
a España en 1530. Y allí entre discusiones, acusaciones, juicios y pleitos se
pierde su historia para los documentos oficiales. Desconociéndose su destino.
Al igual que
Enrique de Gandía es mi profundo deseo y hago votos para que:
“… algún día
tanto las autoridades civiles como eclesiásticas y las Instituciones científicas
de nuestra Patria, levanten en el lugar donde existió el antiguo fuerte de
Caboto, destruido por los indios, un sencillo monumento recordatorio que diga a las generaciones futuras que en la boca del Carcarañá
se erigió la primera iglesia de la Argentina y existió la primera población del
Río de la Plata”.
Fuentes
Medina José Toribio: El veneciano Sebastián Gaboto...
Gandía de, Enrique: El Primer Clérigo en el río de la Plata.
Soler Amadeo: Historia de Puerto Gaboto (siglo XVI)
González, Ricardo: Puerto Gaboto, génesis y desarrollo histórico-social del Primer Pueblo Argentino
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